La arquitectura trasciende límites. Desde los inicios de la humanidad hemos buscado refugio del mismo mundo en el cual nacemos, buscamos editar y moldear nuestro entorno por comodidad o funcionalidad. Expandimos nuestros límites imaginativos hasta la divinidad de catedrales que parecen rozar el mismo cielo. La arquitectura no puede ser definida por una materia sino la aplicación de muchas. La física, el arte, la matemática son necesarias para apreciar y crear arquitectura. Igualmente no puede ser definida por una sola corriente de diseño, ya que las respuestas a cada necesidad son tan particulares como su entorno, habitantes y propósito.
La arquitectura y la religión se entrelazan a través de la proporción y la geometría, siguiendo un orden matemático que refleja el cosmos. Desde tiempos antiguos, el ser humano ha buscado replicar y superar el orden divino en sus construcciones, especialmente en las catedrales góticas, que parecen desafiar las leyes de la gravedad. También menciona como culturas como las de Borobudur y Angkor Wat utilizaron proporciones geométricas para conectar lo terrenal con lo celestial, al igual que el feng-shui, que armoniza edificios con las fuerzas naturales. La arquitectura no solo cumple una función física, sino que también es una manifestación de equilibrio y devoción divina.
Pitágoras, el conocido matemático griego, transformó nuestra comprensión de las matemáticas y su conexión con el mundo, especialmente en la arquitectura. Su famoso teorema del triángulo rectángulo permitió a los arquitectos medir y dividir espacios con precisión, lo que resultó en construcciones más equilibradas y armoniosas, como el Partenón en Atenas. Este templo del siglo V a.C. utiliza proporciones matemáticas para lograr una simetría perfecta. Para Pitágoras, los números no eran solo herramientas, sino principios universales, y su influencia ha guiado a los arquitectos en la búsqueda de proporciones ideales a lo largo de los siglos. Sin duda, su influencia sigue presente en cada diseño que busca equilibrio y armonía.
Los templos aztecas son unas de las propuestas arquitectónicas primitivas que han establecido la base para los sistemas de soporte moderno de basamentos y plataformas. Los mismos utilizaron estructuras escalonadas llenas de ornamentación simbólica, la cual presentaba la unión entre el estilo artístico, la ingeniería y el peso que la cultura tiene al tomar decisiones de diseño. Su organización estructural en base a ejes y proporción aurea es de admirar, aunque tristemente grandes templos han sido destruidos a causa de las conquistas colonizadoras, las cuales borran elementos con gran valor histórico.
En conclusión, sea por llegar a la perfección o dar funcionalidad la arquitectura ha acompañado al ser humano desde su origen, Al igual que nosotros, esta ha evolucionado con nosotros. Ha crecido a la par con nuestras grandes sociedades y no cae con ellas sino que vive como memoria física de nuestra historia.
Referencias
Isado, J. (s.f.). la invencion del gotico. https://www.isado.net/4211-enlaces
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